lunes, 13 de mayo de 2013

Panamá: “farsa política”


El futuro inmediato del escenario político partidista, en el marco de una nueva contienda electoral, aunque no parezca, continúa siendo predecible. Un sistema que garantiza el relevo en el poder entre las mismas fuerzas, encuentra sentido en los intereses de familias y grupos económicos, como ocurrió en los albores de nuestra historia republicana.  
 
Los escándalos de corrupción, abuso de poder, clientelismo y nepotismo, han sido titulares en los diarios y noticieros del  país durante los últimos 24 años, en esa alternancia en el poder.
 
La agresión contra la naturaleza, protagonizada por depredadores nacionales y extranjeros, ávidos de explotar los recursos naturales, en pro de su avaricia, también tienen registro en las administraciones del citado período, desde los ex mandatarios arnulfistas; Guillermo Endara Galimany y Mireya Moscoso y los PRD; Ernesto Pérez Balladares y Martín Torrijos, hasta el empresario, ítalo-panameño, Ricardo Martinelli.
 
El supuesto consenso de las fuerzas políticas y económicas en apoyar la propuesta de ampliación del Canal presentada a la carrera por el hijo del General a inicios de siglo, hace pensar que hay intereses más fuertes que el bienestar del país y de su gente. Sus más duros críticos hablan de una planeación incompleta que sigue generando suspicacias. El considerable nivel de abstencionismo registrado en el referéndum del 2006 para aprobar el referido proyecto; sus inconsistencias científicas y técnicas, al igual que las irregularidades no previstas y  los informes presentados por los pilotos del Canal, prenden las alarmas sobre si fue viable emprender el nuevo diseño de la forma como se le vendió al país. Sus avances y dificultades no se conocen a profundidad, y poco se dice del incremento de los costos de construcción que seguramente sobrepasarán los 5 mil 250 millones de dólares.
 
Alberto Alemán Zubieta, quien acaricia convertirse en Presidente, pese al ruido moral que arrastra por sus nexos familiares con CUSA -Constructora Urbana S.A-, una de las empresas del Consorcio Grupo Unidos por el Canal que construye el tercer carril, cuando era  Administrador, aceptó que la obra presenta retrasos y no garantizó  que el proyecto concluya en el 2014, pese a lo prometido en la propuesta inicial. Recomiendo: “La verdad sobre la ampliación del Canal de Panamá. Crónica de un fracaso anunciado”, del Centro de Estudios Estratégicos, de agosto del 2012.
 
Las reglas del juego están delineadas para condicionar torneos donde el que más dinero invierte es el que más posibilidades tiene de ser elegido. Las promesas electoreras  dispersan cápsulas de  manipulación y persuasión mediante la propaganda, que se difunde en los medios masivos.
 
La carga emocional que usa muy bien el clientelismo, suele imponerse sobre propuestas que deben plantear un verdadero plan de país y no un simple programa de gobierno. Quizás por ello la renuencia de los candidatos presidenciales en participar de los debates televisivos, como pasó con Martinelli durante la campaña electoral del 2009.
 
¿Los candidatos presidenciales, Juan Carlos Navarro y Juan Carlos Varela, son una variante al sistema impuesto? ¿A qué grupos económicos y políticos representan? ¿Qué vínculos han tenido con el mandatario de turno? ¿Por qué a Navarro, sus propios copartidarios, además de endilgarle liderar una oposición cariñosa, lo vinculan con empresarios afines a Martinelli? Y qué decir del cable diplomático estadounidense, #08PANAMA897 del 3 de diciembre del 2008, publicado por WikiLeaks sobre la revelación que Ricardo Martinelli le hizo al ex embajador de EE.UU en Panamá, William Eaton, en torno a una alianza con Navarro para que el PRD perdiese las elecciones del 2009 y de esa forma –el ex alcalde-, tuviese el camino libre en el 2014. Ver cable en inglés. http://www.cablegatesearch.net/cable.php?id=08PANAMA897&;version=1314919461) 
 
El descontento hacia la clase política, ¿abriría un espacio en Panamá como ha ocurrido en algunos países latinoamericanos, con gobiernos de corte progresista? ¿Será el Frente Amplio por la Democracia (FAD), de convertirse en partido político, el que prepare el camino que torne el actual escenario predecible en uno impredecible?
 

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