domingo, 9 de febrero de 2014

¿Fe o manipulación y negocio?


En Panamá ciertos individuos y organizaciones religiosas, camuflados tras su liderazgo, podrían estar amasando bienes y fortunas sin que ninguna instancia del Estado investigue o regule su procedencia. Las normas vigentes parecen dejar el camino libre hacia el delito y la impunidad. Tampoco se presta atención a quienes presumiblemente están siendo timados en nombre de Dios y de la fe.
 
El pastor, Cleotaldo Edwin Álvarez Murgas, famoso por las concentraciones religiosas que realiza en el estadio Rommel Fernández, está rodeado de informaciones y hechos que generan interrogantes. Por limitación de espacio solo mencionaré algunos casos.
 
Por más de 30 años ha liderado la “Comunidad Apostólica Hosanna” y es directivo de varias sociedades anónimas, tales como: “Al Rey, S.A”; “Mahanaim Investments Inc”; “Visión Río Pisón, S.A” y “Emaus, S.A”. 
 
El templo Hosanna, ubicado en la urbanización La Cresta, valorado en más de 6  millones de dólares, es la estructura evangélica más grande del país. Aparece inscrita en el Registro Público como una  organización sin fines de lucro. Su presidente y representante legal es el reverendo Álvarez.  Al menos 14 propiedades, ubicadas en la capital y el resto del país,  están  registradas a nombre de esta iglesia. 
 
Treinta propiedades más están consignadas a nombre de la sociedad “Al Rey S.A”,--inscrita en el Registro Público en octubre de 1993, cuyo suscriptor es el pastor Álvarez.
 
También es representante legal de la Fundación Hosanna, registrada como una organización social sin fines de lucro, según la resolución 044 expedida por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), en el 2008, durante el gobierno del expresidente Martín Torrijos y publicada en Gaceta Oficial, en julio de 2009 durante esta administración.
 
 Además, es fiscal y fundador, respectivamente, de “Fundación Cristiana Buenas Nuevas” y “Fundación Cielos Abiertos”, ambas son fundaciones de interés privado. Hasta hace poco también figuraba como director y vocal de la Fundación Panamá Canal de Vida -actualmente aparecen otros dignatarios-. También controla un conjunto de entidades más, una estación radial y una televisora, donde incluso promueve figuras políticas.
 
Aunque ninguna norma le impide dominar una pluralidad de sociedades y fundaciones, llama la atención tanto poder en manos de un solo hombre.  Particularmente por la influencia que ejerce sobre sus adeptos.  En algunos de sus sermones es común escucharle hablar a favor de la prosperidad, el dinero y los negocios, temas que no concuerdan con doctrinas cristianas como la salvación, la santidad y  la humildad, enseñadas por Jesús y la iglesia del primer siglo.
 
El monto del salario que devenga Álvarez y la libertad que posee para decidir sobre ese y otros rubros; la presunta fortuna y bienes que posee; los casos jurídicos en los que se ha visto envuelto; las denuncias en su contra subidas a la internet, como el de manipular mentes, son hechos que despiertan dudas. Envié un cuestionario al señor Cleotaldo sobre estos temas y otros, pero no recibí respuesta.
 
En agosto del 2007 el Panamá América  divulgó un proceso penal en su contra por el supuesto delito contra la economía nacional –insolvencia fraudulenta-. Álvarez y Manuel García, fueron llamados a rendir declaración indagatoria. Ambos figuran como  suscriptores de “Emaus, S.A”.,  dedicada a la construcción.  Sus directivos fueron señalados por supuesto incumplimiento en el pago de trabajos de albañilería a la empresa Multi Servicios de Construcción S.A., en el proyecto de vivienda Emaus Hill, que se construía en Nuevo Emperador en Arraiján.  
 
Melo S.A., también actuó contra Emaus.  Su abogado solicitó un secuestro argumentando que la empresa de Álvarez adeudaba a su cliente cerca de 20 mil  dólares.  La dilatación del proceso hizo desistir a Melo.
 
 
En el  2011, La Estrella reveló que 28 productores en Cerro Punta, después de 25 años de ser los propietarios según los títulos de propiedades, temían perder sus tierras.  La  Fundación “Cielos Abiertos”,cuyo fundador es Álvarez, alegaba que estos productores eran invasores y exigía su expulsión. La corregidora de Cerro Punta, Orquidea Ledezma, suspendió la orden de desalojo porque no fue posible ubicar las fincas y puntos reclamados, ni demostrar los documentos que acreditaran tales aseveraciones.
 
¿Cuánto poder amasa una figura jurídica investida de supuesta piedad? ¿Cuánto dinero en impuestos deja de percibir el Estado? ¿Qué delitos podrían ocultarse tras algunas fundaciones y sociedades? ¿Por qué no regular a organizaciones religiosas y a sus representantes?  ¿Por qué no incomodar las presuntas alianzas entre mercaderes de la fe y depredadores políticos?  Oídos; salvo sobradas excepciones, abundan los casos que demuestran que evangelio y fe son excusas  para manipular y generar negocios. 

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